El siguiente esquema
conceptual parte de las dos grandes corrientes historiográficas, la idealista
y la materialista, tan viejas como la historia de la sociedad humana:
El materialismo
(Doctrina científica que se inició en la antigüedad con Demócrito y se
afianzó en el siglo 19 a partir de las obras de Marx y Engels. Es una
concepción de la Historia aún no acabada. Ha tenido numerosos seguidores en el
mundo que la han enriquecido notablemente).
El idealismo (Al igual
que la corriente materialista, se inició con Platón y ha tenido destacados
seguidores desde finales de la época feudal. La corriente filosófica idealista
se subdivide en subjetiva, objetiva, agnóstica y mística).
ALGUNOS
REPRESENTANTES SOBRESALIENTES DE LAS DISTINTAS CORRIENTES IDEALISTAS:
Platón
(427-327 antes de la era cristiana), idealista subjetivo y
representante de la aristocracia griega, defiende la existencia de un mundo de
ideas, temas e inmutables, de "existencia auténtica", donde el mundo
real no es más que la sombra deformada de aquel mundo de ideas que todo lo
preside. Creía en la existencia de un Estado ideal, la república aristocrática esclavista,
gobernada por los más esclarecidos y protegida por guerreros guardianes.
En la
época feudal se destacan, primero, San Agustín de
Hipona, autor de La ciudad de Dios, que fija las posiciones de la
Iglesia Católica en torno a la Historia. Todos los acontecimientos están
determinados por la Providencia. La Historia no es más que un apéndice de la
Biblia: empieza con la creación y termina con el Apocalipsis; y segundo,
Santo Tomás de Aquino, filósofo escolástico de la Edad Media, en
su obra Suma teológica cree "que la filosofía es una servidora
de la teología y esta es la ciencia más alta que sirve de aquella para
su sistematización". La filosofía tomista ha tenido su continuación en
el neotomismo.
Más adelante, en siglo 19, nos encontramos con dos grandes idealistas objetivos, primero, Emmanuel Kant, más filósofo que historiador; su obra, Idea para una historia general, concebida en un sentido cosmopolita, trata de buscar la unidad de la Historia, más allá de la sucesión en apariencia caótica de los hechos particulares; y segundo, Federico Hegel, perteneciente a la famosa escuela de la Filosofía Clásica Alemana, propone otro tipo de Historia que habrá de llamarse Filosofía de la Historia, donde sostiene que el único pensamiento que ella aporta es el simple pensamiento de la razón; la razón es la sustancia, la potencia infinita de toda vida natural y espiritual.
ALGUNOS
REPRESENTANTES SOBRESALIENTES DE LAS CORRIENTES MATERIALISTAS:
Demócrito
(460-370, a. e. c.), partidario del materialismo, fórmula, por medio del
atomismo, una brillante hipótesis sobre la constitución de la materia; sostiene
que el mundo está constituido por átomos y que el origen de la materia está en
la materia misma, una visión muy avanzada en su época.
Entre Platón y
Demócrito se yergue la figura de Aristóteles, discípulo de
Platón, pero con bastantes objeciones al idealismo del maestro. Aristóteles
creía que todos los objetos de la naturaleza estaban en constante movimiento,
al que clasifica por primera vez en nacimiento, destrucción y cambio. Le
corresponde haber sido el primero en sistematizar la lógica, la ciencia
de las leyes y formas del pensamiento correcto.
Los
filósofos materialistas helénicos ejercieron mucha influencia entre los
primeros historiadores: Heródoto, padre de la
Historia, según Cicerón; Tucidedes, primer historiador que escribe sobre su
presente en su obra sobre La guerra del Peloponeso. Entre los romanos,
se destacaron Tácito, Lucrecio, Caro y Polibio, que intentó una historia
científica, regida por un método ajustado a la realidad. Durante
la época medieval predominaron las corrientes idealistas de San Agustín de
Hipona y Santo Tomás de Aquino, pero en el siglo 15, cuando se
inició el derrumbe de la sociedad feudal en Europa occidental, renace con
fuerza y así empezó a evolucionar, un materialismo vulgar que distaba mucho de
ser un materialismo dialéctico que se afianzó en siglo 19.
La
nueva historia, surgida a partir del renacimiento, es básicamente racionalista.
En ella se inscriben Bacón, Descartes,
Vico, Hobbes, Locke, Berkeley, Hume, Spinoza, Didegot,
Helvecio, Holbach, Rousseaux, Voltaire, Michelet, Carlyle y Comte. Todos ellos,
en distintos momentos históricos, hicieron nuevos aportes a las corrientes
historiográficas materialistas, hasta llegar a Marx y Engels, creadores del
materialismo histórico, de gran impacto en el desarrollo de las ciencias sociales.
El
siglo 19 es rico en avances en todos los órdenes, y en la Historia también.
El romanticismo, fértil corriente de la cultura occidental, tiene en el francés
Michelet y el inglés Carlyle, dos grandes representantes. Michelet, precursor
de la nueva Historia, cree que el pueblo es su verdadero protagonista e intentó
también la llamada Historia Total; Carlyle, con su estilo literario de gran
belleza, pone su énfasis en “los héroes", en las grandes
personalidades.
El
siglo 19 trajo consigo también el Positivismo, qué
desarrollado en sus inicios por el francés Augusto Comte, alcanzaría después
características de Escuela.
Surgió
también el Historicismo,
importante corriente historiográfica que probablemente partió del filósofo
Dilthey, o quizás de Gianbattista Vico, autor de la obra La Ciencia Nueva,
donde dice que es imposible conocer totalmente la realidad, lo cual está
reservada a Dios. Así, la ciencia de los hombres es relativa, solo alcanza las
apariencias.
Ya en
el siglo 20, uno de los avances teóricos más importantes, donde se nota la
influencia de la historiografía marxista y de otras corrientes, es la llamada
Historia Total, que se desarrolla en Francia, a partir de 1929,
por los historiadores Marc Blochy Lucien Febvre, fundadores de la revista
Anales de Historia Económica y Social. Otros grandes teóricos e historiadores,
que han hecho insuperables aportes al desarrollo de la historiografía científica,
no aparecen en el presente "árbol genealógico" de las corrientes
historiográficas.
Referencias
bibliográficas:
-Carr, E. H.: ¿Qué es
la historia? Editorial Seix Barral. Barcelona-Caracas-México. Octava edición,
1978.
-Paso, Leonardo y
otros: Corrientes historiográficas. Ediciones Centro de Estudios. Buenos Aires,
1974.
-Gallo, Miguel Ángel:
Qué es la Historia. Ediciones Quinto Sol, México, 1987.
-Lefebre, Georges: El
nacimiento de la historiografía moderna. Ediciones Martínez Roca. Barcelona,1974.