INFORME
DE LECTURA
Por:
Carlos Ferreras.
LA COLONIA IMAGINADA VISIONES HISTÓRICAS SOBRE
EL SANTO DOMINGO COLONIAL
INTRODUCCIÓN
Es importante que el estudioso
de la historia, no solo de la historia dominicana, sino de la historia
universal, conozca la relación que existe entre la reconstrucción del pasado o
estructura de la historia con la literatura, ya que ciertamente es esto lo que
nos ayudara a saber lo que es hacer historia, pues es muy cierto que la influencia
del antiimperialismo, el marxismo (que en cierta parte no podemos negar que nos
ayudaron a entender ciertos conceptos y situaciones de la historia) esas verdades no eran tan cardinales, puesto que debemos entender de igual modo
la historicidad de esas verdades y de esos marcos de referencia. Este interesante tema tiene un valor enorme en ese sentido. Una de
las discusiones de los años 80 ha sido el dilema de que, si la historia es o no
es literatura, sin embargo, ciertamente el texto historio-gráfico, también es
literatura. Hoy en día debemos mantener una reflexión crítica y no pretender
hacer un canon de la historia, como si ya todo está dicho y no hay que aportar
más, nada, de manera que es necesario mantener despierto el discurso historio,
y como dice la historiadora colombiana, Diana Uribe “vasta encontrar tan solo
un hueso para que cambie toda la historia. Desde mi percepción personal
yo soy de los que creo, tal como lo expresa el crítico Hayden White, citado por
el autor de esta obra, en su trama, la comedia, la tragedia, y la sátira, que
es inevitable el hecho de que el historiador le confiere ciertos significados
de corte emocional y particular a su narrativa investigable sobre el pasado, y
no solamente inconsciente sino en ocasiones consciente, de manera que creo
firmemente que esto no se puede evitar. Sin embargo, como dice White, esto
genera un arduo trabajo al historiador y es la reconstrucción de los relatos
que dominaron la imaginación caudalosa del autor. Por lo
cual, queramos o no verlo de esta manera es reinterpretación de los hechos del
pasado que ya no existen, que ya no están con nosotros, que hay que depender de
las excavaciones, de huesos que no hablan, pero que hay que ponerlos hablar de
manera muy cuidadosa, pues el apasionamiento narrativo estará presente.
El
historiador puertorriqueño Pedro San Miguel es el escritor de varias obras, en
especial esta que estamos analizando, La Isla Imaginada, cuya obra fue
publicada en el 1997, el cual cumple ya unos 25 años de su publicación bajo dos
ediciones. Dicha obra tomó un tiempo en ser recibida y aceptada por la cultura
en general y sobre todo por la cultura académica. San Miguel fue maestro de
historia en la Universidad de Puerto Rico, en su desarrollo como historiador,
su gusto por la narración le condujo a realizar un doctorado sobre historia
latinoamericana tanto en Colombia como en Nueva York. El punto neurálgico es
que fue los Estados Unidos que comenzó a imaginar el tema de la historia
dominicana.
Una de
las discusiones de los años en que vivió el autor, ha sido el dilema que
proliferó en los años 80, y es el hecho de que, si la historia es o
no es literatura, sin embargo, verdaderamente el texto historiográfico también es
literatura, fue toda esta trama que le condujo a publicar tan polémica e
importante obra. Hoy en día debemos mantener una reflexión crítica y no
pretender hacer un canon de la historia, como si ya todo está dicho y no hay
que aportar más, nada.
EXPOSICIÓN
DE LAS IDEAS FUNDAMENTALES DEL ESCRITO.
Una de
los puntos fundamentales de este escrito fueron los inicios de la narración
trágica, el pasado colonial, el cual fundo la historiografía dominicana
expresada en la obra Idea Del Valor De La Isla Española, por Sanches Valverde,
cuya obra se encargó de demostrar a la Corona la posibilidad del crecimiento
económico de Santo Domingo comparando la colonia de Saint Domingue con la
nuestra, según este autor la diferencia estaba entre los esclavos que poseía la
colonia francesa, pues los esclavos eran la materia prima, las máquinas humanas
para extraer los recursos naturales de la tierra, esto forjo una propuesta para
traer y fomentar el comercio de esclavo en Santo Domingo. Es con esa visión del
pasado que se formó la historiografía dominicana interpretando la historia
desde esa óptica económica. De manera que esto forjo una época dorada para el
siglo XVI, según la cosmovisión de Sánchez Valverde, dándole ese gran realce a
la historia colonial, aunque luego en el siglo XVII la colonia entró en crisis.
De manera que la idea del valor de la Isla La Española estaba enfocada en una
cosmovisión de la desaparición de los indígenas, es de aquí que tanto Nicolás
de Ovando como Bobadilla condijeron a la disminución de los indios por su
repartición desmedida y hasta despiadada. En suma, esta desaparición de
los indios trajo como consecuencia toda una devastación que se añade más luego
para completar el desastre, de manera que, por el empobrecimiento de las élites
hispano, dominicana, entonces cayó la colonia.
LAS
PROBLEMÁTICAS HISTORIOGRÁFICAS DOMINICANAS
Parece
pueril ver que mientras se forjaba todo este desmadre, y Sanche Valverde inicia
la narración de la historia colonial dominicana como tragedia, Pedro Francisco
Bonó la narra como una hazaña del pueblo o sus sectores populares, en fin, el
grave problema que podemos notar aquí es que hasta hoy esto ha forjado un
conjunto de técnicas y teorías relacionadas con el estudio, el análisis o la
manera de interpretar la historiografía dominicana forjando un complejo de
luces mezcladas con sombras, pues el pensamiento historiográfico está en
empañado de romanticismo progresista con su representante a la cabeza, Europa.
Hoy en el siglo 21 la República Dominicana todavía se maneja bajo las mismas
influencias políticas en el marco de un despotismo ilustrado vestido de democracia.
CONCLUSIÓN.
Es de
suma importancia conocer el origen y evolución de las visiones históricas sobre
el Santo Domingo colonial que hoy permanece en nuestras neuronas, en nuestras
praxis políticas y social. definitivamente, esta lectura sobre este portentoso
tema, le abren la conciencia histórica al dominicano, y nos impulsan a una
mejor cosmovisión de donde estamos socialmente, para de esa manera forjar una
influencia crítica de cambio tanto para la historia dominicana del pasado como
la historia del presente, pues es el pasado histórico que tienden a marcar los
pueblos y naciones de los que son ahora. Este trabajo es un
diagnóstico excautivo de una verdadera historiografía dominicana, y nuestro
modo de interpretar la historia en el aquí y el ahora.
KR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario